Los barriles se consideran un bien importante para los productores de vinos pero hasta la fecha, KWV había tenido dificultad para hacer su seguimiento. La instalación Paarl de la compañía ha designado localizaciones dividas en pequeñas áreas de almacenamiento para colocar el brandy y el vino. Los barriles se almacenan en múltiples localizaciones dentro de las dos plantas a medida que se los utiliza y se los vuelve a utilizar.
El uso de los barriles adecuados en el momento oportuno durante el proceso de maduración afecta la calidad de la bebida alcohólica, pero estos barriles de madera de roble, que cuestan alrededor de 650 euros cada uno, son difíciles de rastrear durante el proceso de maduración, y en el caso del brandy, durante el proceso de destilación.
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