Son dispositivos de pequeño tamaño que llevan incorporados sensores RFID, como por ejemplo, el de temperatura cuyos registros se pueden grabar en una unidad de memoria. Se están utilizando dispositivos capaces de lecturas en un radio de hasta 100 metros y funcionan con baterías reemplazables o de un uso y son parametrizables de acuerdo con las variables que se necesiten medir.
En este documento que presentamos a continuación usted conocerá las aplicaciones de las tarjetas RFID que se están utilizando en la industria agroalimentaria española.