A medida que la tecnología RFID se extiende, el potencial de aplicaciones que pueden causar un problema de privacidad aumenta. Por eso, proveedores y usuarios deben anticiparse y evitar que surjan conflictos de seguridad en sus implementaciones. El primer paso es comprobar que la implantación de sistemas que producen un impacto en el consumidor no contradicen las leyes de privacidad.
El artículo que adjuntamos reflexiona sobre los posibles conflictos por violar la confidencialidad de datos y analiza algunas implementaciones que fracasaron debido a la falta de previsión de este tipo de problemas: el caso de los pasaportes holandeses y americanos o las tarjetas de estudiantes universitarios.